El gabinete futuro del presidente electo de Estados Unidos se encuentra en un intenso debate sobre si Donald Trump debería cumplir con su polémica promesa de campaña de atacar o incluso invadir México, como parte de su estrategia para combatir a los cárteles de la droga. Entre las opciones consideradas se incluyen el envío de equipos encubiertos de «exterminio», ataques con drones y bombardeos aéreos. Este tema se detalla en el reportaje titulado “El equipo de Trump debate ‘¿Hasta qué punto debemos invadir México?’”, escrito por los periodistas Asawin Suebsaeng y Andrew Pérez, y publicado en la revista Rolling Stone. En el artículo, se menciona la inquietante pregunta de un alto miembro del equipo de transición de Trump: «¿Hasta qué punto debemos invadir México?», citada como reflejo de las discusiones internas sobre este controversial enfoque.

El reportaje señala que la idea de realizar bombardeos o ataques en territorio mexicano ha ganado apoyo dentro del partido republicano. Además, destaca que figuras clave del próximo gabinete, como los nominados para secretarios de Defensa y Estado, Pete Hegseth y Marco Rubio, junto con el futuro «zar» fronterizo y el asesor de Seguridad Nacional, Tom Homan y Mike Waltz, han expresado su respaldo al posible despliegue de tropas estadounidenses en México. Según la revista Rolling Stone, las fuentes consultadas afirman que no existe claridad sobre hasta dónde podría llegar el plan de acción propuesto por el presidente electo Donald Trump. Sin embargo, señalan que, si la situación no cambia, Trump continúa firme en la idea de que se debe tomar “algún tipo de acción militar” contra los cárteles de la droga. Una de las fuentes consultadas describe la posibilidad de una “invasión suave” de México, que consistiría en el envío encubierto de fuerzas especiales estadounidenses con la misión de eliminar selectivamente a líderes de los cárteles, un plan que Trump habría respaldado durante conversaciones privadas.
El reportaje indica que seis republicanos cercanos a Trump han discutido esta idea con él. Las propuestas en evaluación incluyen ataques con drones y bombardeos aéreos dirigidos contra la infraestructura de los cárteles, el despliegue de fuerzas militares especializadas para asesorar a México, el uso de “equipos de exterminio” en territorio mexicano, incursiones de fuerzas especiales para capturar o eliminar a figuras clave de los cárteles, y operaciones cibernéticas dirigidas a desestabilizar sus redes. A pesar de estas propuestas, Trump considera como primer paso emitir una advertencia al gobierno mexicano: si no detiene el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos en un plazo específico, el Ejército estadounidense podría entrar en México. De hecho, desde hace al menos un año, el presidente electo habría solicitado planes concretos de acción militar y estrategias alternativas para «atacar a México» como parte de esta política.

El reportaje señala que el próximo secretario de Estado, Marco Rubio, apoya la idea, siempre y cuando esté involucrado el gobierno de Claudia Sheinbaum en estas acciones, con el apoyo de las fuerzas armadas y de seguridad de México. No sabemos todavía cuál es el enfoque que dará el próximo gobierno a este tema, pero invadir México no parece ser el camino. Algo que suena más sensato, es que hoy la mayoría de los expertos sabe que el narcotráfico es un fenómeno complejo y multifacético que no puede erradicarse con una sola medida, pero hay estrategias que podrían tener un gran impacto, si se implementan de manera integral. Para Estados Unidos, la mejor medida sería abordar tanto la demanda interna de drogas como las dinámicas económicas y sociales que sostienen el comercio ilícito. Reducir la demanda interna de sustancias ilícitas en Estados Unidos es fundamental para combatir el narcotráfico.
Sin embargo, es cierto que la situación es compleja debido a la profunda infiltración de los cárteles mexicanos en el país. Según la Administración de Control de Drogas, organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación tienen presencia en los 50 estados de la nación. Identificar y desmantelar las redes de distribución internas es esencial, esta podría ser una de las medidas más efectivas. Esto implica una cooperación estrecha entre agencias federales, estatales y locales para rastrear y procesar a los socios domésticos de los cárteles. Además, es crucial implementar programas de prevención y tratamiento de adicciones para reducir la demanda de estas sustancias. Sin una estrategia integral que aborde tanto la oferta como la demanda, será difícil lograr avances significativos en la lucha contra el narcotráfico.
