Su equipo asegura que la situación puede revertirse si demuestra buena voluntad para «alcanzar la paz», pocas horas después de que Trump advirtiera que no «perdurará mucho» si no desea llegar a un acuerdo con Rusia
Al principio, hubo elogios a Putin y Rusia, junto con la idea de que la nueva administración «confía» más en Moscú que en Kiev. Luego llegaron los discursos en Bruselas y Múnich, en los que se afirmó que lo «realista» era que Ucrania cediera territorios y aceptara que no entraría en la OTAN. Después vino el intento de presionar a Ucrania para que firmara un acuerdo sobre minerales raros con condiciones abusivas. Cuando Volodímir Zelenski se negó, comenzaron los insultos («dictador») y descalificaciones, además de la confrontación en la Casa Blanca el pasado viernes. Apenas salió de allí, comenzaron a circular los primeros mensajes exigiendo disculpas y, probablemente, su dimisión. El senador Lindsey Graham lo dijo esa misma tarde, y Donald Trump fue aún más explícito este lunes, al subrayar que «hay que lograr un acuerdo rápido, se puede hacer muy rápido. Tal vez haya alguien que no quiera hacerlo, pero si alguien no quiere, no durará mucho tiempo. Rusia quiere y la gente de Ucrania quiere», señaló, dirigiéndose claramente a Zelenski. La siguiente acción contundente llegó apenas horas después, cuando Trump dio la orden más drástica hasta el momento, congelando toda la ayuda militar a Ucrania como castigo a su presidente. Mientras Europa intenta lograr otro plan de paz.

«El presidente ha sido claro en que está enfocado en la paz. Necesitamos que nuestros socios también se comprometan con ese objetivo», explicó un alto funcionario de la Casa Blanca citado por The Washington Post. «Por eso vamos a hacer una pausa y revisar nuestra ayuda para asegurarnos de que esté contribuyendo a una solución».
Un giro inesperado
La decisión, tomada una semana después de que la administración Trump votara junto a Corea del Norte, Rusia y Bielorrusia en contra de una resolución de la ONU que condenaba la invasión rusa, marca un giro significativo tras tres años de guerra. Durante este tiempo, los aliados han tenido desacuerdos con Ucrania sobre los detalles, a menudo rechazando sus peticiones mientras se cruzaban líneas rojas. Eventualmente, se dieron aviones y misiles, aunque al principio solo se les proporcionaron cascos y fusiles. Sin embargo, nunca se había llegado a una pausa total como medida de presión. Hoy, Estados Unidos ha dejado a Ucrania aún más aislada, en el momento más crítico que enfrenta desde marzo de 2022.
Es un claro ultimátum. Fuentes de la Casa Blanca, en off the record, explican que la decisión podría cambiar si Zelenski demuestra «buena fe» y se compromete a participar en las conversaciones de paz, dentro de una narrativa distorsionada y falsa que sugiere que él y Ucrania desean continuar la guerra. Como intentó aclarar Zelenski el viernes, nadie busca la paz más que ellos. Y la paz es tan simple como que Rusia se retire. Pero Washington ha cambiado de rumbo, casi como si cambiara de bando, y ha decidido cortar por lo sano. O Zelenski acepta sentarse y renunciar a su territorio y a las garantías de seguridad que ha estado pidiendo durante semanas, o tendrá que enfrentarse a los rusos en solitario. Sin ayuda militar, ni siquiera los Starlink de Elon Musk, esenciales para el acceso a Internet, las comunicaciones y la información satelital de los movimientos.
Trump enemistado con Zelenski
Esta jugada está marcada desde el regreso de Trump al poder. Él detesta a Zelenski, y sus hijos lo odian, burlándose de él abiertamente. Existe un video de Don Jr., el hijo mayor, explicando paso a paso la secuencia que ahora estamos viviendo, y que ya predijo hace dos años. La intención siempre fue retirar la ayuda a Ucrania para obligar a Zelenski a sentarse a la mesa, aunque los motivos actuales que se esgrimen, comenzando por Zelenski, no son más que un pretexto.
Elon Musk lidera las hordas digitales que atacan y descalifican a Zelenski, acusándolo de no querer la paz por razones oscuras. El secretario de Comercio de Estados Unidos, este lunes, mostró una crueldad y frivolidad extremas al burlarse de él en televisión, diciendo que «quiere recuperar todo el territorio» ocupado por Rusia, tildándolo de «creador de problemas y no de pacificador por ello».
La Casa Blanca quiere deshacerse de Zelenski por razones personales, ya que Trump cree que Ucrania lo perjudicó durante su primer juicio político, o «impeachment», en su primer mandato, y que Putin es una víctima similar a él de lo que llama una «caza de brujas». Incluso entonces, antes de la invasión total de 2022, Trump amenazó con cortar la ayuda militar si Zelenski no salía en televisión para anunciar una investigación sobre Joe Biden y su hijo.
