En las últimas semanas, dos gigantes de sus respectivos sectores, Bitcoin y Tesla, han experimentado caídas significativas que han captado la atención de inversores y analistas a nivel mundial.
Bitcoin: una montaña rusa de volatilidad
Bitcoin, la criptomoneda más reconocida, ha atravesado una fase de alta volatilidad. Después de alcanzar los 106,000 dólares tras la reelección de Donald Trump, su valor ha descendido abruptamente, situándose entre los 82,000 y 83,000 dólares hoy domingo.
Este descenso se produjo tras la primera cumbre de criptomonedas en la Casa Blanca, donde el presidente Trump anunció la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin. Esta reserva se compondría de bitcoins confiscados en casos penales y civiles, almacenándose de manera similar al oro y al petróleo.
Sin embargo, el mercado reaccionó negativamente a este anuncio. Los inversores esperaban compras masivas de Bitcoin por parte del gobierno, pero al enterarse de que la reserva se formaría únicamente con activos ya confiscados, la confianza disminuyó, contribuyendo a la caída del precio de la criptomoneda. Otro factor es la guerra arancelaria que habría iniciado el presidente Donald Trump que pone los nervios de punta ha varios actores en diferentes paises.
Tesla: desafíos en ventas y percepción pública
Paralelamente, Tesla ha enfrentado una disminución notable en sus ventas a nivel mundial. En Europa, las entregas cayeron un 50% en comparación con el mismo período del año anterior. En Alemania, el mercado europeo más grande para vehículos eléctricos, las ventas de febrero de 2025 fueron de 1,429 unidades, una disminución del 76% respecto al año anterior.
En China, las ventas de vehículos fabricados localmente disminuyeron un 49% en febrero de 2025. Mientras tanto, competidores como BYD reportaron incrementos del 161% en el mismo período.
En Estados Unidos, las matrículas de Tesla en California cayeron un 12% en 2024 en comparación con el año anterior.
Analistas atribuyen parte de esta caída a la creciente competencia en el sector de vehículos eléctricos y a la percepción pública de Elon Musk. Su participación en la administración de Donald Trump y su vinculación con figuras políticas polarizantes han generado descontento entre consumidores progresistas, afectando la reputación de Tesla.
Además, Tesla enfrenta competencia feroz de fabricantes tradicionales y nuevas empresas en el mercado de vehículos eléctricos, lo que ha afectado sus ventas y participación de mercado.
Tanto Bitcoin como Tesla están atravesando períodos de incertidumbre y desafíos significativos. La volatilidad en el mercado de criptomonedas y la creciente competencia en el sector de vehículos eléctricos, junto con factores políticos y de percepción pública, han influido en sus recientes caídas. Los inversores y consumidores observan de cerca cómo estas entidades responden a estos desafíos en un entorno económico global en constante cambio.
