Santiago Cuneo: De la Independencia Política a la Sustitución de Importaciones y el desafío al Poder

La idea que propone Santiago Cúneo en el video Libertario pidió moderación a Santiago Cuneo y terminó domado en vivo, tiene una gran carga de reflexión sobre la construcción de una política económica nacional independiente, orientada al desarrollo y la soberanía. Para desarrollarla, podemos ver que se articulan varias nociones clave: invención, independencia política, sustitución de importaciones, y la necesidad de romper con las estructuras de poder existentes. Además Cúneo plantea la transición de un sistema republicano hacia un sistema confederado.

Lo que no existe, se inventa

Cuando Cúneo dice «lo que no existe, se inventa», está señalando una actitud fundamental frente a la falta de recursos, ideas o estructuras propias. En contextos políticos y económicos, a menudo se enfrentan situaciones en las que no hay un modelo perfecto o una solución preexistente que se pueda adoptar al pie de la letra. El reto está en crear, innovar, adaptar estrategias, y desarrollar capacidades propias en función de las necesidades nacionales, sin simplemente seguir lo que otros han hecho. La invención en este caso, no es solo una cuestión de creatividad, sino de resistencia y autonomía frente a los modelos impuestos desde afuera.

Santiago Cúneo participó en la entrevista de Tibio

No ser calco ni copia

Aquí, Cúneo enfatiza que la imitación no lleva a nada genuino o duradero. Hablar de no ser un «calco ni copia de nadie» implica una crítica a la tendencia de algunos países, especialmente aquellos de economías emergentes, a seguir ciegamente los modelos de países más desarrollados. Si bien estos modelos pueden ser útiles en ciertos aspectos, la dependencia excesiva de ellos puede llevar a la nación a perder su identidad económica y política. A su juicio, seguir un modelo sin adaptarlo a las condiciones locales es un «cachivache», es decir, algo sin valor real ni sustancia.

La tarea de articular la realidad con el objetivo final

El desafío, entonces, es articular la realidad con el objetivo final, es decir, comprender las condiciones del país, sus recursos, su contexto y su historia, para luego trabajar hacia una meta clara. En este caso, la sustitución de importaciones se plantea como un objetivo central. Esto no es solo una cuestión económica, sino también política: se trata de romper las cadenas de dependencia de otras economías y de poderosos actores internacionales, como los laboratorios farmacéuticos y las grandes corporaciones.

El justo medio y el límite de las pretensiones

Cúneo también reflexiona sobre el «justo medio» que se alcanza con el tiempo, a medida que se trabaja en un proyecto concreto. Es decir, el camino hacia el objetivo debe ser flexible, adaptado a las circunstancias cambiantes y los límites que se van descubriendo en el camino. La capacidad y las pretensiones de una nación están determinadas por su contexto, pero al mismo tiempo son el resultado de la voluntad política de modificar ese contexto. La construcción de una política independiente no es algo que se logre de un día para otro, sino que es el fruto de un proceso constante de aprendizaje y adaptación.

Santiago Cúneo expone su idea de país

La sustitución de importaciones y la independencia económica

Un elemento central de este pensamiento es la sustitución de importaciones, una política económica que busca reducir la dependencia de bienes y servicios extranjeros para fomentar la producción interna. Cúneo subraya que la salud es una de las áreas más críticas para esta estrategia, ya que los medicamentos y los laboratorios son uno de los mayores sectores en los que se pagan patentes extranjeras, lo cual afecta tanto a la autonomía del país como a sus recursos.

La propuesta de Cúneo es que la producción de genéricos debe ser el pilar de esta sustitución. Esto implicaría que Argentina se independice de los grandes laboratorios internacionales, produciendo medicamentos genéricos que sean más accesibles y a la vez, no dependan de las transnacionales que imponen precios y condiciones desfavorables.

Romper con los laboratorios y enfrentar a los poderes fácticos

Aquí, Cúneo va más allá y plantea una ruptura con los laboratorios y las estructuras de poder existentes. Las transnacionales, a través de mecanismos como la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), tienen un control sobre la producción y comercialización de medicamentos en Argentina. Según Cúneo, mientras se mantengan estos vínculos, será imposible lograr la sustitución de importaciones en el sector farmacéutico. Esto implica que, para llevar a cabo una política de sustitución de importaciones eficaz, el gobierno debe tener la decisión política de enfrentar los intereses de los grandes conglomerados transnacionales.

Además, esta confrontación no solo es económica, sino política: aquellos que no desafíen estos poderes y no se enfrenten a ellos, seguirán siendo «cipayos», es decir, subordinados y sometidos a intereses ajenos. Esto refleja la necesidad de una decisión soberana y un proyecto nacional claro.

El papel de los poderes fácticos y la transnacionalización

En este punto, la idea de enfrentarse a los poderes fácticos adquiere un papel fundamental. Cúneo alude a las transnacionales y sus prácticas de saqueo, las cuales no solo afectan a la economía, sino también a la soberanía política del país. En este contexto, no enfrentarlos sería aceptar una especie de dependencia continua, un papel subordinado en el concierto internacional, lo que Cúneo considera inaceptable para un país que aspire a su independencia y crecimiento.

La política como desafío y oportunidad

En resumen, la reflexión de Cúneo señala que para avanzar hacia la independencia económica y política, es necesario crear lo que no existe, desarrollar ideas propias y no conformarse con las soluciones impuestas desde afuera. Esto implica un desafío enorme: romper con las estructuras de poder establecidas, enfrentarse a intereses transnacionales y, sobre todo, tener la decisión política para poner en marcha un plan de acción autónomo que priorice la soberanía nacional y el desarrollo económico interno. Sin esta valentía y claridad de objetivos, cualquier intento de sustitución de importaciones será simplemente una ilusión.

Santiago Cúneo, está planteando una visión radicalmente diferente de la organización política y económica del país. No está interesado en una reforma económica dentro del marco actual de la República, sino que propone una transformación mucho más profunda, que comienza con la transición de la República a un modelo confederal. Aquí están algunos puntos clave de su planteamiento:

  1. Rechazo al modelo republicano centralizado: Cúneo se muestra completamente en contra del centralismo unitario que considera «saqueador», refiriéndose al actual modelo en el cual Buenos Aires, como capital, absorbe gran parte de los recursos del país a expensas de las provincias.
  2. Rechazo al presidencialismo clásico: No está de acuerdo con un presidente centralizado, al estilo monárquico que se observa en el modelo presidencial tradicional de la República, donde el presidente tiene un poder considerable.
  3. Crítica a los tres poderes clásicos: Cúneo también rechaza el sistema de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) tal como lo conocemos, que considera corrupto y como una «asociación ilícita». Para él, la forma actual de gobierno es profundamente ineficaz y corrupta.
  4. Propuesta de un sistema confederal: En lugar de un sistema centralizado, Cúneo aboga por una confederación, donde cada provincia tendría autonomía para gestionar sus propios recursos y políticas. Según su visión, las provincias deberían tener control sobre su desarrollo económico y territorial, sin depender de decisiones tomadas desde Buenos Aires.
  5. Desarrollo económico basado en autonomías provinciales: En este nuevo modelo, el desarrollo económico sería local y descentralizado. Las provincias serían las encargadas de definir y administrar sus propios planes económicos, sin una intervención central. Cúneo ve esto como una forma de «devolver» a las provincias el control sobre sus recursos y su desarrollo.
  6. Crítica a las soluciones autoritarias: Finalmente, Cúneo rechaza las soluciones autoritarias, como la idea de que un dictador pueda resolver los problemas de la industria argentina. Para él, esto sería una «idea loca» y un «idiota», refiriéndose a cualquier intento de imponer un control centralizado y dictatorial.

En resumen, Cúneo está proponiendo una reforma política y económica que reemplace el modelo republicano con uno basado en una confederación, donde la autonomía y los derechos de las provincias sean fundamentales para el desarrollo económico y social del país. Este enfoque rechaza el centralismo y los modelos autoritarios.

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