El primer ministro polaco, se refirió a la amenaza de un conflicto global tras el lanzamiento por parte de Rusia de un misil hipersónico contra Ucrania.
Polonia ha desplegado dos lanzacohetes múltiples M142 HIMARS, una medida tomada tras el aumento de tensiones en el conflicto en Ucrania, especialmente después del lanzamiento de un misil hipersónico por parte de Rusia contra el territorio ucraniano, según diario As.
Estos sistemas no son los únicos de su tipo en manos del ejército polaco, que adquirió un total de 20 unidades hace cinco años. El despliegue coincide con las declaraciones realizadas el pasado viernes por el primer ministro Donald Tusk, quien alertó sobre el riesgo de un conflicto global. Según Tusk, “la amenaza es grave, seria y real”.
En cuanto al conflicto en sí, Tusk destacó que este ha alcanzado dimensiones “muy dramáticas”, refiriéndose a los últimos acontecimientos en Ucrania. Entre ellos, la autorización de Estados Unidos para que Kiev utilice misiles de largo alcance contra Rusia y la respuesta rusa, que incluyó la aprobación de una nueva doctrina nuclear por parte del presidente Vladímir Putin y el lanzamiento de un misil hipersónico.
Además, el jefe de la Agencia de Armamento de Polonia, el general Artur Kuptel, reveló la intención del país de adquirir más de 100 lanzadores HIMARS adicionales. Esta nueva compra contemplaría una versión adaptada para integrar municiones y componentes fabricados localmente, como el chasis Jelcz, desarrollado en Polonia.

En respuesta a la creciente amenaza de un conflicto global, evidenciada por el reciente lanzamiento de un misil hipersónico ruso contra Ucrania, Polonia ha intensificado sus medidas defensivas. El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha declarado que «la amenaza de un conflicto global es grave y real», subrayando la urgencia de fortalecer la seguridad nacional.
Desde el 13 de noviembre, Estados Unidos mantiene operativa una base militar en territorio polaco, destinada al despliegue de sistemas de defensa antiaérea. Ubicada a unos 250 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado y a más de 1.000 kilómetros de la Rusia continental, esta instalación ha generado incomodidad en el Kremlin, que ha llegado a amenazar con atacarla. En respuesta a estas amenazas, el gobierno polaco ha activado «todas las fuerzas y recursos disponibles» como medida de precaución, reforzando su postura defensiva ante posibles agresiones. Estas acciones reflejan la determinación de Polonia de proteger su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos en un contexto de creciente inestabilidad regional.
El parlamento polaco ha dado un paso significativo hacia el fortalecimiento de su industria militar al votar la asignación de 3 mil millones de zlotys, equivalentes a 740 millones de dólares, para mejorar las capacidades de producción de municiones, con especial énfasis en los proyectiles de artillería de 155 mm. Esta medida, aprobada el 27 de noviembre por el Sejm, la cámara baja del parlamento, recibió un contundente respaldo de 424 votos a favor y ninguno en contra. Ahora, la legislación deberá ser ratificada por el Senado y firmada por el presidente para entrar en vigor. Según Marcin Kulasek, viceministro de Bienes Estatales, los fondos se utilizarán para capitalizar las empresas responsables de fabricar estas municiones críticas, según explicó en una publicación en redes sociales. El plan contempla la inversión en empresas que busquen apoyo estatal para ampliar sus capacidades de producción, con el financiamiento proveniente del Ministerio de Defensa Nacional y títulos públicos.
Este impulso responde a la creciente necesidad de municiones, especialmente en el contexto actual de tensiones regionales. El proyecto refleja los esfuerzos de Polonia por aumentar su autosuficiencia en la producción de proyectiles de artillería. Actualmente, el sector, predominantemente estatal, depende en gran medida de componentes importados para fabricar munición de 155 mm. Por ello, las autoridades están explorando opciones para adquirir tecnología de fabricación avanzada de socios extranjeros, lo que permitiría reducir la dependencia externa y fortalecer la capacidad industrial del país. El ejército polaco necesita aumentar los suministros de munición de 155 mm para su creciente flota de obuses autopropulsados K9 Thunder y Krab, fabricados por Hanwha Aerospace de Corea del Sur y el grupo de defensa estatal de Polonia, PGZ, respectivamente.
