El mundo antiguo está lleno de estructuras megalíticas que continúan asombrando tanto a expertos como a turistas y observadores casuales, no solo por su grandiosa manufactura, sino también por el impresionante nivel de ingeniería que revelan. Hoy en día, gracias a internet, cualquier persona, sin necesidad de viajar o adquirir costosos libros, puede acceder a una vasta cantidad de fotografías y videos capturados por turistas, exploradores, y arqueólogos. Esto no solo nos permite admirar estas maravillosas construcciones, sino también compararlas y descubrir las curiosas similitudes que presentan algunas edificaciones realizadas por diferentes culturas, en épocas distintas, a ambos lados del océano. Estas comparaciones nos invitan a reflexionar sobre la posible conexión o influencia entre civilizaciones que, según la historia convencional, no habrían tenido contacto alguno. Al observar estas similitudes, surge inevitablemente la pregunta de si existió un conocimiento compartido o una tecnología común que trascendió las fronteras geográficas y temporales, o si estas civilizaciones fueron sus verdaderos constructores, desafiando así nuestras ideas preconcebidas sobre el desarrollo de la humanidad. La civilización hitita fue una de las más importantes de la Edad del Bronce en Anatolia, una región que actualmente forma parte de Turquía. A lo largo de su historia, los hititas lograron establecer un imperio que se extendió por gran parte de la región, llegando a rivalizar con otras grandes potencias de la época como Egipto y Babilonia. Los hititas se originaron en el segundo milenio a.C. en la región de Anatolia, una zona estratégica que conectaba Oriente Medio con Europa. A lo largo de los siglos, los hititas lograron expandir su territorio mediante una serie de conquistas militares y acuerdos diplomáticos, llegando a establecer un imperio que abarcaba gran parte de la región. A pesar de su grandeza, la civilización hitita desapareció misteriosamente alrededor del 1200 a.C., posiblemente debido a invasiones de pueblos del mar , a catástrofes naturales, y a la invasión de los asirios. Sin embargo, su legado perduró a través de los siglos. Muchas de las tradiciones y costumbres de los hititas fueron adoptadas por civilizaciones posteriores, como los asirios y los persas. Además, su sistema de escritura influyó en el desarrollo de la escritura en el antiguo Cercano Oriente.

Alrededor del mundo se pueden observar construcciones similares, construidas con una técnica de mampostería poligonal megalítica muy parecida


