Los antiguos del neolítico sacrificaban piedras solares para que renaciera el sol

Un Descubrimiento Misterioso

Hace aproximadamente 4.900 años, un cataclismo natural sacudió Europa: una erupción volcánica de gran magnitud alteró el entorno y posiblemente la vida de muchas comunidades prehistóricas. En respuesta a esta crisis, los antiguos habitantes de la isla danesa de Bornholm realizaron una serie de rituales sagrados que incluyeron la deposición de misteriosas piedras solares. Estas placas de piedra grabadas fueron enterradas en un yacimiento arqueológico junto con restos de festividades rituales, sugiriendo una conexión entre este acto ceremonial y la necesidad de restaurar el equilibrio natural tras el desastre.

Descubrimiento e Investigaciones

El primer hallazgo de estas piedras solares se produjo en 1995 en la isla de Bornholm, pero fue entre 2013 y 2018, en las excavaciones en el yacimiento de Vasagård, cuando los arqueólogos encontraron más de 600 piedras enteras y fragmentadas. Estos objetos, exclusivos de la región, son piezas planas de pizarra con patrones grabados y representaciones solares.

Como parte de este esfuerzo, el investigador Rune Iversen y su colaborador Poul Otto Nielsen (el otro coautor principal del estudio) se comunicaron con expertos del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague. Con su ayuda, Iversen y Nielsen pudieron vincular la deposición de las piedras solares con una erupción volcánica que se había detectado en núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártida.

Los núcleos de hielo son cilindros alargados extraídos de las capas de hielo de las regiones polares. Básicamente, funcionan como cápsulas del tiempo, que preservan información detallada sobre el clima y el medio ambiente de la Tierra a lo largo de cientos de miles de años.

Simbolismo y Rituales

Según los investigadores, estas piedras tenían un profundo significado simbólico. Representaban la fertilidad y el ciclo de renacimiento del sol, por lo que su entierro podría haber sido un sacrificio ritual para asegurar el retorno del astro y garantizar la prosperidad de la comunidad. El coautor principal del estudio, Rune Iversen, de la Universidad de Copenhague, explicó que estos objetos eran parte de una práctica ritual prehistórica bien estructurada.

Las piedras solares fueron halladas dentro de un recinto con calzadas, un tipo de yacimiento neolítico caracterizado por anillos concéntricos de fosos. Junto a ellas, se encontraron huesos de animales, fragmentos de cerámica y herramientas de sílex, evidencia de un banquete ceremonial. Luego de su deposición, los fosos fueron sellados, sugiriendo que se trató de un evento único y deliberado.

Un Evento Singular

El estudio sugiere que este acto ritual no fue una práctica prolongada, sino un evento masivo llevado a cabo en un período corto, probablemente alrededor del 2900 a. C.. La repentina y numerosa deposición de las piedras podría indicar una respuesta inmediata a la crisis ambiental causada por la erupción volcánica.

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