El Papa Francisco abordó varias cuestiones sobre la corrupción, los favores indebidos y los comportamientos poco éticos que se dan en algunos entornos, especialmente en la política y los negocios. A continuación, se expone una ampliación de lo que comentó:
La historia del emprendedor internacional en Argentina
El Papa Francisco relató una experiencia que le contó un emprendedor internacional que estaba realizando inversiones en Argentina. Según el relato, este emprendedor estaba tratando de llevar a cabo un plan de expansión de su negocio. A pesar de que el acuerdo entre los inversores y el ministro parecía ir bien, algo insólito ocurrió al final de la reunión: después de haber presentado y obtenido la firma del ministro, cuando el emprendedor se estaba por retirar, el secretario del ministro le pidió algo a cambio. El secretario le preguntó: «¿Y para nosotros cuánto?», insinuando que algo extra debía ser entregado a cambio de los favores recibidos, un claro indicio de un intento de soborno, y añadió ‘La Coima, no se olviden que el Diablo entra por el bolsillo’.
Juan Carlos Blumberg señalo que a él tambien le habían pedido dinero a cambio de participar en una candidatura por el espacio de Javier Mile, La Libertad Avanza, agregó que se pedían hasta 50 000 dólares. Hubo gente que pagó no sé cuanto.
La referencia a favores sexuales o cosas similares
Mila Zurbriggen una ex militante libertaria también hizo referencia a un fenómeno que ocurre con frecuencia en ciertas Reuniones libertarias, donde a veces se dan o se piden favores sexuales u otros intercambios inapropiados como parte de las relaciones de poder. Esto resalta la corrupción y el abuso de poder que algunas veces se da en estos círculos, lo cual es una grave violación de la ética y la dignidad humana.
Carlos Eguía diputado de Neuquén hace algún tiempo estuvo señalando los viajes «faraónicos» antes de las elecciones, los cuales requieren que paguen los gastos de los políticos y sus acompañantes. Subrayó en varias entrevistas televisivas lo costoso y poco ético de estas prácticas, sugiriendo que, en lugar de trabajar para el bienestar común, Milei se beneficiaba de su posición y utilizaba el poder para obtener ventajas personales.
En resumen, el Papa Francisco como otros, aprovechó esta anécdota para resaltar varios problemas que afectan al gobierno actual, como la corrupción, el abuso de poder, los favores indebidos y la desigualdad ante la ley. Además, criticó el lujo y los gastos excesivos de ciertos políticos, subrayando la importancia de la ética y la justicia en el ejercicio del poder.
