El martes, durante una comparecencia ante un subcomité de seguridad de la Cámara de Representantes, Robert Wheeler Jr., director asistente del Grupo de Respuesta a Incidentes Críticos del FBI, ofreció un panorama que evidenció la limitada información disponible sobre los drones avistados recientemente. “La agencia está investigando activamente los avistamientos inexplicables de actividad de drones en esa región de Nueva Jersey, especialmente en áreas cercanas a sitios sensibles y de interés estratégico”, afirmó Wheeler. “Hasta ahora, no hemos atribuido estos incidentes a ninguna persona o grupo en particular. No tenemos respuesta sobre quién está detrás, si es una o varias personas, pero seguimos investigando de manera activa”.
Estas declaraciones generaron indignación entre los miembros del subcomité. “Es como estar en un episodio de The Twilight Zone. ¿Me está diciendo que no sabemos qué demonios son esos drones en Nueva Jersey?”, cuestionó Tony González, representante republicano de Texas. Wheeler, de manera lacónica, respondió: “Es correcto”.
Autoridades civiles piden que se derribe uno de estos Drones
El congresista Chris Smith añadió más tensión al asunto al relatar un incidente en el que un barco de la Guardia Costera fue seguido por entre 20 y 30 drones. Durante la audiencia, Smith instó a los militares a derribar al menos uno de estos dispositivos para poder analizar su origen y determinar quién los opera. Sin embargo, señaló que, tras consultar con las autoridades militares, le informaron que solo podían actuar dentro del perímetro de sus bases.
En la misma línea, el senador Douglas Steinhart exigió claridad sobre si estos drones pertenecen a las fuerzas armadas de Estados Unidos. “Si no son nuestros, deben derribar uno de inmediato para identificarlo y tomar las medidas necesarias”, reclamó con firmeza.
La comparecencia reflejó no solo la frustración de los legisladores ante la falta de respuestas concretas, sino también la creciente preocupación por la seguridad en torno a estos misteriosos drones, que parecen operar impunemente cerca de áreas estratégicas sin que nadie pueda explicar su origen ni propósito.
Los drones en los conflictos bélicos
Los drones han pasado de ser simples herramientas recreativas a convertirse en piezas clave dentro de los arsenales militares modernos. En conflictos recientes, como la guerra en Ucrania o las operaciones en Siria, se ha demostrado el devastador daño que pueden causar, combinando precisión y efectividad con un riesgo mínimo para quienes los operan. Este auge ha generado una profunda preocupación en el Pentágono, que busca tomar medidas decisivas para contrarrestar esta amenaza creciente.
El uso de drones se ha expandido rápidamente, convirtiéndose en un recurso esencial en la guerra moderna. Su facilidad de fabricación y manejo, junto con su capacidad para infligir daño significativo, los ha transformado en armas indispensables para muchos ejércitos en todo el mundo. Desde ataques dirigidos hasta operaciones de reconocimiento, los drones representan una ventaja estratégica difícil de ignorar, pero también un desafío complejo para la defensa global.
Consciente de esta realidad, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, dio un paso importante el pasado lunes 5 de diciembre al firmar una estrategia integral para contrarrestar el poder de estas aeronaves no tripuladas. Esta estrategia busca abordar tanto las amenazas presentes como las futuras, desarrollando métodos para detectar, neutralizar y, en caso necesario, eliminar drones hostiles que puedan comprometer la seguridad nacional.
El incremento en el uso de drones no solo plantea desafíos técnicos, sino también éticos y estratégicos. Su proliferación en conflictos de todo el mundo destaca la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva. Estados Unidos, con esta nueva estrategia, no solo busca proteger su territorio, sino también liderar los esfuerzos globales para regular y mitigar los riesgos asociados con esta tecnología en rápida evolución.
