En las últimas semanas, numerosos residentes de Nueva Jersey han reportado la presencia de drones no identificados sobrevolando áreas como los condados de Morris y Somerset, así como partes de la ciudad de Nueva York. Estos dispositivos han sido descritos como más grandes y ruidosos que los drones recreativos convencionales. La portavoz del pentágono aseguró que no pertenecen a Irán como se había dicho anteriormente.
La principal preocupación surge debido a que estos objetos voladores fueron detectados inicialmente cerca de una instalación militar y sobre el campo de golf del expresidente Donald Trump en Bedminster. También han sido avistados a lo largo de zonas costeras y, recientemente, sobre un gran embalse en Clinton. En redes sociales circula abundante evidencia en video que documenta estos avistamientos.
El FBI, en colaboración con agencias estatales y locales, está investigando activamente los incidentes. Sin embargo, el origen de los drones y la identidad de sus operadores permanecen desconocidos. “Hemos recibido informes del público y de las fuerzas del orden sobre grupos de drones y una posible aeronave de ala fija, algunos datan de semanas atrás”, indicó la oficina del FBI en Newark el 3 de diciembre.
El FBI ha solicitado a los ciudadanos que compartan videos, fotografías o cualquier información relevante. Durante una audiencia en el Congreso, Robert Wheeler Jr., subdirector de Respuesta a Incidentes Críticos del FBI, admitió: “Aún no atribuimos estos incidentes a ningún individuo o grupo. Estamos investigando, pero no sabemos quién está detrás”.
Por su parte, la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, aseguró que no hay evidencia de que estos drones sean operados por una entidad extranjera o un adversario. Sin embargo, la falta de respuestas ha generado frustración entre legisladores, como el representante republicano Anthony Gonzales, quien cuestionó la asignación de recursos del FBI al combate de drones y criticó el presupuesto de $500,000 destinado a tecnología antidrones, calificándolo de insuficiente.
En Nueva Jersey, el gobernador Phil Murphy declaró que, aunque no se considera una amenaza directa para la seguridad pública, la situación es preocupante debido a la sofisticación de estos drones. El alcalde de Middletown, Tony Perry, destacó un avistamiento cerca de la Estación de Armas Navales Earle como especialmente inquietante.
El representante Jeff Van Drew llegó a especular que los drones podrían ser lanzados desde una “nave nodriza” iraní en la costa este, afirmación que fue desmentida por el Pentágono, que aseguró no tener evidencia de actividad extranjera hostil. Sin embargo, los informes persisten: un incidente reportado involucró a un helicóptero de la policía estatal que fue seguido de cerca por un gran dron que apagó sus luces y despegó rápidamente.
El senador estatal Jon Bramnick ha pedido la prohibición temporal del uso de drones hasta que se aclare el misterio, mientras que el senador Cory Booker ha solicitado mayor transparencia por parte de las autoridades federales, enviando una carta formal al director del FBI y a los secretarios de Seguridad Nacional y Transporte.
Por su parte, los congresistas republicanos Chris Smith y Jeff Van Drew pidieron a los militares derribar los drones, citando un incidente reciente en el que una docena de estos aparatos persiguieron a un bote salvavidas de la Guardia Costera cerca de Barnegat Light.
Para abordar la situación, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha impuesto restricciones temporales al vuelo de drones en varias áreas de Nueva Jersey, incluyendo el espacio aéreo sobre el club de golf de Trump y el Picatinny Arsenal, en respuesta a solicitudes de agencias de seguridad federales. El FBI también ha habilitado una línea de información para recopilar datos que ayuden a esclarecer el origen de estos drones.
