En las últimas semanas, los cielos del centro de Nueva Jersey se han convertido en el escenario de un fenómeno inquietante: drones de gran tamaño, algunos comparables al de un automóvil, han sido avistados volando cerca del club de golf de Donald Trump en Bedminster. Este lugar, frecuentado por el próximo presidente de los Estados Unidos, ha generado preocupaciones sobre posibles amenazas y ha llamado la atención de las autoridades federales y locales.
En el norte de Nueva Jersey, grandes drones han estado surcando los cielos en formación, generando inquietud entre los residentes, quienes no dejan de preguntarse qué hay detrás de estos brillantes objetos voladores no identificados que han aparecido casi todas las noches.
Las autoridades, incluido el FBI y el Departamento del Sheriff del Condado de Morris, están investigando activamente este fenómeno. Aunque los drones han sido una molestia, las autoridades aseguran que no representan una amenaza para la seguridad pública. «No hay ningún peligro inmediato para la población en este momento», afirmó James Gannon, sheriff del condado de Morris, en un comunicado oficial. «La Oficina del Sheriff, junto con múltiples agencias policiales, está trabajando en conjunto para abordar este asunto».
Para algunos residentes, como Julie Shavalier, del condado de Morris, estos misteriosos espectáculos nocturnos han perturbado su tranquilidad. «Estamos muy nerviosos», confesó Shavalier a NBC News. «No pude dormir anoche». La preocupación de Shavalier va en aumento, ya que teme enfrentarse a más noches de insomnio. Según relató, los drones permanecen visibles durante horas.
«Me desperté alrededor de las 2 y luego a las 4 de la mañana, y seguían ahí, flotando en el cielo», añadió. «A las 5:30 de la mañana, cuando comenzaba a amanecer, aún estaban presentes. Finalmente, se retiraron en la misma dirección de la que llegaron, pero temo que regresen esta misma noche al caer el sol».
Desde mediados de noviembre, los cielos del norte de Nueva Jersey han sido escenario de un enigma nocturno: grandes drones o drovnis como le llama alguna gente que, en formación, surcan el firmamento casi todas las noches. Esta presencia constante ha despertado la curiosidad y, en algunos casos, la preocupación de los residentes locales.
Mike Walsh, vecino de la zona, comentó al respecto: «Los hemos visto todas las noches, excepto el Día de Acción de Gracias. Supongo que se tomaron la noche libre».
La aparición de estos drones ha captado la atención de las autoridades federales. El FBI, en colaboración con agencias estatales y locales, ha iniciado una investigación para determinar el origen y propósito de estos vuelos. Un representante del FBI señaló: «Estamos trabajando con nuestros socios estatales y locales en la actividad de drones reportada».
La situación adquiere mayor relevancia debido a la proximidad del condado de Morris con el condado de Somerset, donde se encuentra el Trump National Golf Club en Bedminster, una residencia habitual del presidente electo Donald Trump. Esta cercanía ha incrementado las preocupaciones sobre posibles implicaciones para la seguridad de funcionarios federales.
Hasta el momento, las autoridades no han identificado una amenaza directa para la seguridad pública. Sin embargo, la investigación sigue en curso, y se solicita a la comunidad que informe cualquier avistamiento o actividad inusual relacionada con estos drones.

Avistamientos persistentes y su ubicación
Los avistamientos, que comenzaron hace varias semanas, se han intensificado durante las noches recientes. Los drones han sido reportados sobrevolando principalmente el área del río Raritan, una región conocida por su tranquilidad y paisajes naturales. Testigos afirman que estos dispositivos no solo se mueven en el cielo, sino que permanecen suspendidos durante horas, lo que plantea interrogantes sobre su tecnología y finalidad.
La preocupación de las autoridades
Lo que más inquieta a las autoridades es la capacidad de estos drones para operar durante largos periodos sin ser detectados por los sistemas convencionales. Incluso se ha mencionado la posibilidad de que algunos de estos avistamientos estén relacionados con «aeronaves con alas fijas», lo que complica aún más la investigación.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha respondido imponiendo restricciones al uso de drones en ciertas áreas sensibles de Nueva Jersey. Estas restricciones incluyen el espacio aéreo sobre el club de golf de Donald Trump y un centro militar de investigación en Dover. Estas medidas buscan prevenir riesgos potenciales mientras continúan las investigaciones.
Las acciones de las agencias de seguridad
El FBI, la Policía de Nueva Jersey y la Oficina de Seguridad Nacional han intensificado su colaboración para esclarecer el origen y propósito de estos drones. Según informes, los aparatos han sido vistos principalmente durante la noche, mostrando un comportamiento que genera dudas sobre su intención.

Implicaciones en la seguridad
El club de golf de Bedminster, un punto de encuentro clave para el presidente electo Donald Trump, es un área de alta seguridad que ya cuenta con estrictas regulaciones sobre vuelos no autorizados. Sin embargo, la aparición de estos drones ha añadido una nueva capa de complejidad, obligando a las agencias de seguridad a redoblar esfuerzos para proteger tanto a funcionarios como al espacio aéreo restringido.
Este misterio, que combina tecnología avanzada con un potencial riesgo de seguridad, sigue bajo escrutinio mientras las autoridades buscan respuestas claras. Por ahora, los cielos de Nueva Jersey permanecen bajo vigilancia constante.
Si los avistamientos en Nueva Jersey resultaran ser aeronaves o drones de alas fijas en lugar de drones convencionales, las implicaciones para la seguridad serían significativamente más preocupantes por varias razones. Las aeronaves de alas fijas suelen tener un alcance mucho mayor que los drones multirrotores convencionales. Esto implica que podrían haber viajado desde una distancia considerable, lo que abre la posibilidad de que sean operadas por actores externos, incluso internacionales, con intenciones desconocidas. A diferencia de los drones pequeños, las aeronaves de alas fijas pueden transportar mayores cargas, lo que plantea riesgos adicionales. Pueden transportar Carga útil peligrosa, como llevar dispositivos de vigilancia avanzada, contrabando o incluso materiales peligrosos. Su duración es más prolongada y su autonomía les permitiría operar durante horas, lo que aumenta la exposición a posibles riesgos.
Si son aeronaves de alas fijas no detectadas fácilmente, esto sugiere el uso de tecnología avanzada que podría incluir, sistemas de evasión de radar, lo que las haría más difíciles de rastrear por las autoridades locales o incluso por el Ejército. Podrían tener Sistemas de control remoto sofisticados y operar a grandes distancias sin necesidad de un piloto cerca del lugar. El hecho de que estos objetos estén sobrevolando zonas de alta seguridad, como el club de golf de Donald Trump o un centro militar en Dover, incrementa las preocupaciones sobre espionaje, recopilación de inteligencia o preparación de un incidente de seguridad. El hecho de que estos objetos estén sobrevolando zonas de alta seguridad, como el club de golf de Donald Trump o un centro militar en Dover, incrementa las preocupaciones sobre espionaje, recopilación de inteligencia o preparación de un incidente de seguridad. Además, las aeronaves de alas fijas que ingresen a un espacio aéreo restringido sin autorización pueden ser interpretadas como amenazas directas. Esto podría incluir el despliegue de cazas o sistemas de defensa aérea para interceptarlas, y quizás hasta implementar bloqueos temporales del espacio aéreo, afectando operaciones civiles y militares
