Diego Giacomini rompe el silencio: Milei entra en pánico en cualquier momento

En una reciente entrevista explosiva brindada al periodista Baby Etchecopar, el economista liberal libertario Diego Giacomini rompió el silencio y lanzó una serie de declaraciones demoledoras sobre Javier Milei, a quien conoció de cerca durante años.

Ex compañero de trabajo, socio intelectual y único amigo íntimo del actual presidente, Giacomini no se guardó nada. Cuestionó no sólo el modelo económico de Milei, al que considera inviable y socialmente destructivo, sino también su personalidad, sus miedos más profundos y su historia de vida marcada —según él— por el aislamiento y el bullying.

A lo largo de la charla, el economista trazó una radiografía implacable del gobierno actual, al que acusa de estar construido sobre la violencia simbólica, el antagonismo constante y una peligrosa falta de vínculos reales con la sociedad. También apuntó contra Karina Milei, a quien describe como una figura sin preparación, que se aferró al poder tras la salida de Giacomini del círculo más cercano al presidente.

Desde la economía hasta la política exterior, pasando por Malvinas y la figura de Donald Trump, la entrevista deja al descubierto lo que Giacomini llama la “patología del poder”: una forma de gobernar que nace más del resentimiento personal que de una visión estratégica. Un testimonio imperdible para entender quién es realmente Javier Milei, y por qué, según uno de los que mejor lo conoció, su gobierno está en una peligrosa pendiente.

Giacomini en una anterior entrevista con Baby Etchecopar

El final de una relación asimétrica

Durante años, Diego Giacomini fue uno de los pocos —sino el único— amigo cercano de Javier Milei. Compartieron trabajo, debates y proyectos, pero nunca compartieron lo que podría llamarse una amistad completa. Giacomini lo explica con claridad: “No compartíamos vacaciones, no hacíamos deporte, no salíamos a cenar, no había vínculos emocionales ni sociales. Solo hablábamos de economía.”

La ruptura llegó cuando Milei decidió lanzarse a la política. Según Giacomini, las decisiones que tomó, los nombres que se rodeó y la dirección que eligió lo alejaron totalmente del camino original. Fue ahí cuando decidió alejarse.

“Milei es una persona extremadamente miedosa”

Uno de los ejes más duros de la entrevista es el análisis psicológico que Giacomini hace de su ex socio. Lo define como alguien profundamente temeroso, que puede entrar en pánico si las cosas no salen como espera.

“Tiene terror de asumir costos. Nunca aprendió a arriesgar. No sabe lo que es el fracaso porque ni siquiera se expone a situaciones que lo puedan poner en juego.”

A esto suma una explicación más íntima: la infancia de Milei, marcada por el aislamiento y el bullying, lo habría llevado a desarrollar una personalidad defensiva, casi paranoica, donde la única persona en la que confía es su hermana Karina.

Esta afirmación quedó demostrada, cuando en su reciente viaje a los EEUU, para recibir un premio en Mar-a-Lago. Fue con la promesa de que estaría Donald Trump, sin embargo ante la demora en llegar del mandatario estadounidense, el presidente Milei comenzó a ponerse nervioso. Según algunos rumores increpando al canciller Gerardo Werthein, que a su vez insultó y gritó alterado en un tono que no correspondía a los organizadores del evento. La comitiva argentina se retiro ofendida del evento ante lo que creyeron un desaire, sin embargo de acuerdo a los organizadores, Donald Trump llegó 20 minutos después de que se fuera el presidente argentino, sin lo que había ido a buscar, la ansiada foto junto al presidente estadounidense. Esto fue confirmado por Glenn Parada uno de los organizadores del evento.

Javier Milei en Mar-A-Lago sacandose decenas de fotos cuál estrella de rock, pero sin lo que fue a buscar

Un modelo económico que promueve el conflicto

Para Giacomini, el enfoque económico de Milei está condenado al fracaso no por la teoría, sino por la práctica. Denuncia que se gobierna desde el enfrentamiento, el antagonismo y la violencia simbólica.

“La economía necesita cooperación, contratos, confianza. Pero Milei gobierna desde la confrontación. Eso solo puede traer menos comercio, menos inversión, menos producción, más pobreza y más violencia.”

Sostiene que no se puede generar prosperidad sembrando miedo, y que el modelo actual está diseñado para beneficiar a unos pocos, mientras la mayoría queda afuera.

Karina Milei: la otra cara del poder

Giacomini no deja afuera a Karina. La describe como una figura con un bajo nivel intelectual y escasa experiencia real. Según él, su ascenso es consecuencia directa de su ausencia.

“Se creen Hansel y Gretel en el bosque del poder. Él se apoya solo en ella, y ella se cree todopoderosa, olvidando que del otro lado hay una oposición real.”

El problema, advierte, es que ese núcleo cerrado de poder no tiene con qué sostener la responsabilidad que asumió.

Política exterior y papelones internacionales

La entrevista también aborda las decisiones geopolíticas. Critica duramente que el gobierno argentino haya celebrado los aranceles del 10% impuestos por Donald Trump, cuando en realidad fueron aplicados a toda América Latina por igual.

“Es miopía pura. No entienden el contexto internacional ni tienen una política exterior seria. Se aplauden cosas que en realidad nos perjudican como región.”

También se refiere a las declaraciones de Milei sobre Malvinas, diciendo que plantear que hay que “seducir a los kelpers” es una lógica colonial disfrazada de liberalismo: “Es una estupidez monumental. Nadie tiene que ‘cautivar’ a los kelpers para que quieran ser argentinos. Ese no es el rol de un país soberano.”

La “patología del poder” y la herencia del bullying

En uno de los tramos más profundos, Giacomini reflexiona sobre la raíz emocional de muchos líderes políticos argentinos. Desde Menem hasta Cristina, pasando por Kirchner y el propio Milei, dice que muchos llegaron al poder con una historia de rechazo, burla o marginación.

“Nuestra democracia parece hija del bullying. Son personas lastimadas que llegan con resentimientos y que, en vez de sanar, canalizan eso desde el poder.”

Y para cerrar, cita a Ludwig von Mises: “La gente con autoestima elevada y capacidad no necesita gobernar la vida de los demás. Produce, crea valor y sirve a otros desde su trabajo. Los que se meten en política son, muchas veces, los que no podrían prosperar en libertad.”

El final de una relación asimétrica

Durante años, Diego Giacomini fue uno de los pocos —sino el único— amigo cercano de Javier Milei. Compartieron trabajo, debates y proyectos, pero nunca compartieron lo que podría llamarse una amistad completa. Giacomini lo explica con claridad: “No compartíamos vacaciones, no hacíamos deporte, no salíamos a cenar, no había vínculos emocionales ni sociales. Solo hablábamos de economía.”

La ruptura llegó cuando Milei decidió lanzarse a la política. Según Giacomini, las decisiones que tomó, los nombres que se rodeó y la dirección que eligió lo alejaron totalmente del camino original. Fue ahí cuando decidió alejarse.

Diego Giacomini en una de sus clases

“Milei es una persona extremadamente miedosa”

Uno de los ejes más duros de la entrevista es el análisis psicológico que Giacomini hace de su ex socio. Lo define como alguien profundamente temeroso, que puede entrar en pánico si las cosas no salen como espera.

“Tiene terror de asumir costos. Nunca aprendió a arriesgar. No sabe lo que es el fracaso porque ni siquiera se expone a situaciones que lo puedan poner en juego.”

A esto suma una explicación más íntima: la infancia de Milei, marcada por el aislamiento y el bullying, lo habría llevado a desarrollar una personalidad defensiva, casi paranoica, donde la única persona en la que confía es su hermana Karina.

Un modelo económico que promueve el conflicto

Para Giacomini, el enfoque económico de Milei está condenado al fracaso no por la teoría, sino por la práctica. Denuncia que se gobierna desde el enfrentamiento, el antagonismo y la violencia simbólica.

“La economía necesita cooperación, contratos, confianza. Pero Milei gobierna desde la confrontación. Eso solo puede traer menos comercio, menos inversión, menos producción, más pobreza y más violencia.”

Sostiene que no se puede generar prosperidad sembrando miedo, y que el modelo actual está diseñado para beneficiar a unos pocos, mientras la mayoría queda afuera.

Karina Milei: la otra cara del poder

Giacomini no deja afuera a Karina. La describe como una figura con un bajo nivel intelectual y escasa experiencia real. Según él, su ascenso es consecuencia directa de su ausencia.

“Se creen Hansel y Gretel en el bosque del poder. Él se apoya solo en ella, y ella se cree todopoderosa, olvidando que del otro lado hay una oposición real.”

El problema, advierte, es que ese núcleo cerrado de poder no tiene con qué sostener la responsabilidad que asumió.

Política exterior y papelones internacionales

La entrevista también aborda las decisiones geopolíticas. Critica duramente que el gobierno argentino haya celebrado los aranceles del 10% impuestos por Donald Trump, cuando en realidad fueron aplicados a toda América Latina por igual.

“Es miopía pura. No entienden el contexto internacional ni tienen una política exterior seria. Se aplauden cosas que en realidad nos perjudican como región.”

También se refiere a las declaraciones de Milei sobre Malvinas, diciendo que plantear que hay que “seducir a los kelpers” es una lógica colonial disfrazada de liberalismo: “Es una estupidez monumental. Nadie tiene que ‘cautivar’ a los kelpers para que quieran ser argentinos. Ese no es el rol de un país soberano.”

La “patología del poder” y la herencia del bullying

En uno de los tramos más profundos, Giacomini reflexiona sobre la raíz emocional de muchos líderes políticos argentinos. Desde Menem hasta Cristina, pasando por Kirchner y el propio Milei, dice que muchos llegaron al poder con una historia de rechazo, burla o marginación.

“Nuestra democracia parece hija del bullying. Son personas lastimadas que llegan con resentimientos y que, en vez de sanar, canalizan eso desde el poder.”

Y para cerrar, cita a Ludwig von Mises: “La gente con autoestima elevada y capacidad no necesita gobernar la vida de los demás. Produce, crea valor y sirve a otros desde su trabajo. Los que se meten en política son, muchas veces, los que no podrían prosperar en libertad.”

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