Las pirámides de Egipto son monumentos que esconden grandes secretos, y nunca dejan de asombrar
A principios de 2023, un hallazgo en la Gran Pirámide de Guiza dejó a los arqueólogos asombrados. Este monumento, una de las siete maravillas del mundo antiguo, sigue siendo objeto de estudio y revelando secretos fascinantes.
El descubrimiento fue posible gracias al proyecto ScanPyramids, una colaboración internacional entre científicos franceses, japoneses y egipcios que, desde 2015, emplea tecnología avanzada para explorar el interior de la pirámide. Utilizando tomografía de muones, una técnica que aprovecha los rayos cósmicos para generar imágenes tridimensionales de estructuras ocultas, los investigadores identificaron un pasillo secreto dentro de la pirámide.
El estudio, publicado en la revista Nature a comienzos de 2023, explica que este pasillo no era un elemento decorativo, sino que tenía una función arquitectónica: proteger una cavidad o espacio vacío para evitar el colapso del techo. Este avance ha brindado nuevas perspectivas sobre las técnicas de construcción empleadas en este colosal monumento.
Aunque el descubrimiento se hizo público en 2023, las primeras evidencias del pasillo fueron detectadas entre 2016 y 2017, marcando un proceso largo y detallado de análisis científico.
La Gran Pirámide: un tesoro de la antigüedad
La Gran Pirámide, construida hace unos 4.500 años durante el reinado del faraón Keops, de la IV Dinastía, es uno de los monumentos más emblemáticos del Antiguo Egipto. Originalmente alcanzaba una altura de 146 metros, aunque hoy mide 139 metros debido a la erosión y la pérdida de su revestimiento exterior.
Este hallazgo no solo revela los secretos arquitectónicos de la pirámide, sino que también refuerza su importancia como un testimonio de la ingeniería y el ingenio del Egipto antiguo. La tecnología moderna continúa arrojando luz sobre los misterios que aún guarda este majestuoso monumento, considerado un ícono de la humanidad.


