Un giro en la historia en contra de las políticas de Donald Trump
El domingo 30 de marzo, tres de las economías más poderosas de Asia —China, Japón y Corea del Sur— publicaron un comunicado conjunto en el que anunciaron su intención de acelerar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio trilateral. El anuncio no fue casual ni aislado: llegó tras una cumbre ministerial celebrada en Seúl, y en un contexto de reconfiguración de los equilibrios geoeconómicos globales.
«Estamos listos», afirmaron con una sola voz. La posibilidad de que estos países no solo profundicen su cooperación comercial, sino que incluso evalúen su ingreso conjunto a los BRICS, marca un punto de inflexión en la política exterior asiática. La Argentina había sido invitada a participar pero Javier Milei declinó la invitación en 2024.

Una respuesta a la guerra comercial
Este acercamiento trilateral surge en medio de la creciente incertidumbre provocada por la política arancelaria de Estados Unidos, impulsada por el presidente Donald Trump. El viraje proteccionista de Washington ha empujado a sus antiguos aliados a replantear sus relaciones económicas y buscar nuevas plataformas de integración.
El 22 de marzo, apenas una semana antes del comunicado, los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países se habían reunido en Tokio. Allí, el japonés Takeshi Iwaya no dudó en calificar el momento como “un punto de quiebre en la historia”. En sus palabras resonaba la necesidad urgente de avanzar hacia una cooperación regional más profunda, con o sin el respaldo de Washington(FUENTE).
Libre comercio, multilateralismo y un nuevo orden regional
Los tres países afirmaron su compromiso con el libre comercio y el multilateralismo. Según el canciller chino Wang Yi, el objetivo es claro: promover una globalización “más inclusiva y beneficiosa para todos”. También acordaron apoyarse mutuamente como anfitriones del APEC y avanzar hacia la creación de un entorno de negocios e inversiones predecible, un aspecto clave para atraer capitales y sostener el crecimiento.
Juntos, China, Japón y Corea del Sur representan el 25% de la población mundial y una economía combinada de más de 24 billones de dólares anuales. Según el ministro de Relaciones Exteriores de China, “nuestros mercados tienen un potencial inmenso y capacidad para moldear el futuro económico”.
Argentina pudo haber sido parte de los BRICS
En agosto de 2023, durante la XV Cumbre de los BRICS en Johannesburgo, Argentina fue invitada a unirse al bloque a partir del 1 de enero de 2024. Sin embargo, el presidente Javier Milei, tras asumir el cargo en diciembre de 2023, decidió declinar la invitación y comunicó oficialmente la renuncia de Argentina a integrarse en el grupo.
Disputas pendientes, pero unidad comercial
Pese a las diferencias en temas como seguridad y geopolítica, especialmente entre Pekín y sus vecinos, el comercio sigue siendo el principal motor de este acercamiento. China es el segundo destino de las exportaciones tanto japonesas como surcoreanas, y solo en 2024 envió a estos países productos por un valor de 26 mil millones de dólares.
Cooperación tecnológica: la próxima frontera
Durante las conversaciones en Seúl, los ministros también decidieron explorar mecanismos regionales de desarrollo tecnológico conjunto, una jugada estratégica en la carrera por la innovación. La idea es clara: no depender de Occidente para avanzar en áreas clave como inteligencia artificial, energías limpias y comunicaciones 5G.
