La exploración del origen de la escritura llevó a los investigadores a revelaciones que podrían cambiar la historia en un rincón inesperado del mundo. En una antigua tumba situada en Tell Umm-el Marra, Siria, arqueólogos desenterraron pequeños cilindros de arcilla que podrían transformar nuestra comprensión de los albores de la humanidad.
El descubrimiento fue realizado por un equipo liderado por el profesor Glenn Schwartz, especialista en ciudades antiguas, tras 16 años de excavaciones en este sitio arqueológico. Tell Umm-el Marra, uno de los primeros centros urbanos de Siria occidental, resultó ser un depósito de secretos históricos inimaginables.
El hallazgo generó un gran impacto en la comunidad científica: las inscripciones en los cilindros de arcilla datan del año 2400 antes de Cristo, posicionándolos como el sistema de escritura alfabética más antiguo conocido, precediendo por 400 años a los registros hasta ahora identificados.
Los cilindros fueron hallados en una de las tumbas mejor preservadas del lugar, junto a un impresionante ajuar funerario que incluía seis esqueletos, joyas de oro y plata, utensilios domésticos y vasijas de cerámica intactas. Entre estos objetos, aparecieron cuatro cilindros de arcilla perforados que desataron la fascinación de los investigadores.
«Los cilindros tienen perforaciones, lo que sugiere que estaban atados con cuerdas a otros objetos, posiblemente como etiquetas. Podrían haber indicado el contenido de una vasija, su procedencia o incluso el propietario», explicó Schwartz al presentar los resultados en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Investigación en el Exterior.

