La cuestión ya no es si hay un movimiento de amistad o de dudas. Ahora mismo, lo que hay es una enemistad profundamente establecida.
Actualmente, el panorama geopolítico está marcado por la relación entre un trío o dupla conformada por Von der Leyen, Emmanuel Macron y Donald Trump. Decimos esto porque Macron fue el último en reunirse con Trump ayer, en una videoconferencia en la que, supuestamente, se abordó principalmente la postura de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respecto a la nueva estrategia de Trump.
Donald Trump ha adoptado una postura de confrontación. Hemos pasado de un escenario geopolítico donde Estados Unidos enfocaba su atención en Rusia, China y el proceso de desdolarización —aspectos que siguen en su agenda— a un nuevo escenario donde el foco se amplía e incluye a Europa, México y Canadá. China, en este contexto, queda involucrada de forma colateral.

Fíjense en el escenario actual:
- Aranceles del 25% a Europa.
- Aranceles del 25% a México.
- Aranceles del 25% a Canadá.
- Aranceles del 10% a China.
- Rusia: Si llega a un acuerdo de paz, las sanciones podrían desaparecer.
La fotografía geopolítica muestra un cambio radical. Estados Unidos ahora apunta directamente contra Europa. Aún no se ha fijado una fecha para la aplicación de los aranceles, pero ya se conoce la magnitud del impacto: un 25% en el sector automotriz. Esto golpea a un sector que, en gran medida, bloquea la venta de coches estadounidenses en el mercado europeo.
La situación es complicada, y lo acabamos de escuchar: según Donald Trump, Europa se creó para perjudicar a Estados Unidos. La relación ya no es la de simples aliados con ciertas diferencias. Ahora, según sus palabras, son directamente enemigos.
Europa, por su parte, se enfrenta a un doble desafío. No solo a una situación económica complicada que podría llevar al continente a una recesión —con un descenso del PIB alemán cercano al 1% si no se libera el techo de deuda—, sino también a una creciente presión en materia de defensa. Se estima que Europa tendrá que movilizar 800.000 millones de euros en gasto militar, sin la tradicional cobertura de Estados Unidos.
El problema para Europa es que ha jugado y ha perdido la partida. Ahora, Trump está en el poder y su mensaje es claro:
«No se metan en nuestras elecciones.»
Europa deberá prepararse para un escenario de confrontación comercial directa con Estados Unidos. Trump no ha detallado el «cómo» ni el «cuándo», pero sí el «cuánto»: 25% de aranceles en el sector automotriz.
Ayer, Trump también anunció que en abril entrarían en vigor los aranceles a México y Canadá, marcando el inicio de una nueva era de proteccionismo. El mercado reaccionó con una fuerte caída del S&P 500, que en su cotización intradía sufrió un impacto inmediato al conocerse la noticia.
Impacto en los mercados
- S&P 500: Se desplomó en el momento del anuncio, aunque logró recuperarse y cerrar con un mínimo cambio del +0,01%.
- Bitcoin: También sufrió una caída significativa, en parte por el impacto del proteccionismo y en parte por otros factores, como robos recientes de criptomonedas. Sin embargo, la recuperación ha sido notable, con un rebote desde los 83.000 dólares hasta valores más altos en solo cinco días.
Trump justificó su política comercial con las siguientes declaraciones:
«La Unión Europea es un caso diferente, un tipo de caso distinto. Nos han tomado ventaja de otra manera. No aceptan nuestros coches, no aceptan esencialmente nuestros productos agrícolas. Utilizan todo tipo de razones para bloquearlos, mientras que nosotros aceptamos todo lo suyo. Tenemos un déficit comercial de 300.000 millones de dólares con la Unión Europea. Ahora, me encantan los países de Europa… Creo que, en algún momento, vengo de ahí…»
El problema fundamental para Europa
Hasta ahora, el proteccionismo ha sido una práctica global, pero, en gran medida, Europa lo aplicaba sin afectar directamente a Estados Unidos. Ahora, con Trump en el poder y su política de «América Primero», la situación ha cambiado.
Para Trump, si Europa no permite la venta de coches estadounidenses, no se trata simplemente de proteccionismo, sino de proteccionismo extremo.
El problema es que este golpe de Estados Unidos podría traer consecuencias económicas serias a nivel mundial. De hecho, algunos analistas ya han comenzado a comparar a Trump con Herbert Hoover, el presidente que, con sus políticas proteccionistas, llevó a Estados Unidos al crack de 1929.
Específicamente con la política de aranceles de la ley Smoot-Hawley (1930). En aquel entonces, la imposición de aranceles a productos extranjeros desencadenó represalias de otros países, lo que redujo el comercio global y empeoró la Gran Depresión.
El temor del mercado es que un aumento masivo de aranceles (como el 25% que Trump propone para Europa, México y Canadá) pueda tener un efecto similar:
- Encarecimiento de productos importados, reduciendo el consumo.
- Represalias de otros países, generando una guerra comercial.
- Reducción de exportaciones, afectando a las industrias estadounidenses y generando desempleo.
El texto menciona que el mercado tiene un año para «masticarlo y digerirlo», pero cuando lo haga, ya será demasiado tarde. En otras palabras, el impacto real de estas medidas podría no sentirse inmediatamente, sino cuando los efectos negativos sean irreversibles.
Los países más golpeados por los aranceles
El texto menciona que los mayores perjudicados serán:
- China – Ya enfrenta una crisis inmobiliaria y una desaceleración económica. Un aumento del 10% en aranceles de EE.UU. agrava su situación.
- Europa – Enfrenta desafíos económicos propios, y los nuevos aranceles podrían debilitar aún más su economía. Un 25% principalmente al sector automotriz.
- México – Muchas empresas japonesas y estadounidenses han invertido en México bajo el marco del T-MEC. Con aranceles del 25%, esas inversiones quedan en incertidumbre.
Esto sugiere que la estrategia de Trump no solo afecta a sus adversarios (China), sino también a sus aliados comerciales clave (México, Canadá y Europa), lo que podría aislar económicamente a EE.UU. en el largo plazo.
El factor defensa y el gasto militar
Bloomberg menciona que Trump obliga a Europa a aumentar su gasto en defensa, lo que complica aún más la situación económica del continente.
¿Por qué es un problema?
- Europa ya tiene problemas de crecimiento. Países como Alemania están al borde de la recesión.
- El gasto militar es improductivo en términos económicos, ya que no genera crecimiento directo en la economía real (como lo haría la inversión en infraestructura o innovación).
- España, por ejemplo, está gastando solo el 1.28% de su PIB en defensa, muy por debajo del 2% que exige la OTAN. Trump presionará para que ese gasto aumente, lo que podría desviar recursos de otras áreas clave.
Como afecta a la Argentina
Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, medida que afecta directamente a Argentina. Trump justificó esta decisión al señalar que Estados Unidos mantiene un déficit comercial con Argentina, afirmando: «Con Argentina tenemos un pequeño déficit, como con casi todos los países» (fuente).
Esta política arancelaria impactará significativamente en las exportaciones argentinas, especialmente en sectores clave como el acero y el aluminio. Empresas como Aluar, el mayor exportador de aluminio de Sudamérica, y Tenaris, del Grupo Techint, que envían productos siderúrgicos a Estados Unidos, se verán directamente afectadas (fuente).
En los últimos 20 años, las exportaciones argentinas de estos productos promediaron más de 600 millones de dólares anuales. El presidente argentino, Javier Milei, había manifestado su intención de abordar este asunto durante su última visita a Washington. Se esperaba que Milei discutiera los recientes aumentos de aranceles con funcionarios estadounidenses, buscando mitigar el impacto en la economía argentina. Esto podría ser muy negativo para la industria de acero argentina.
Además, Milei ha expresado interés en negociar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, aunque reconoce que la pertenencia de Argentina al Mercosur podría condicionar dichas negociaciones
La imposición de estos aranceles forma parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para reducir los déficits comerciales de Estados Unidos con diversos países. Sin embargo, esta política ha generado preocupaciones sobre una posible guerra comercial global y sus efectos adversos en las economías de América Latina, incluida Argentina
En resumen, la reciente decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio representa un desafío para Argentina y otros países de la región. La respuesta de los gobiernos latinoamericanos y las negociaciones diplomáticas serán cruciales para mitigar los posibles efectos negativos en sus economías.
